Nos enamoramos de las islas de San Blas en cuanto pisamos la playa de arena blanca de la primera isla que visitamos. El agua cálida, la suave brisa, la arena blanca y fina y la pureza de las personas Guna (Guna yala) que le dan la bienvenida a su isla hicieron de esta experiencia la más memorable de nuestras vidas. Ya estamos planeando otro viaje a Panamá el próximo año con una estadía prolongada en uno de los veleros que le permiten ver algunas de las otras islas con total privacidad. Gracias a Tao Travel 365 por organizar este viaje y por responder a todas nuestras preguntas.
